Inmunoterapia: Utiliza el sistema inmunológico para atacar las células cancerosas. Incluye inhibidores de puntos de control y células T modificadas (CAR-T).
Terapias Dirigidas: Actúan sobre moléculas específicas relacionadas con el cáncer, como los inhibidores de tirosina quinasa y anticuerpos monoclonales, permitiendo un tratamiento más preciso.
Terapia Génica: Modifica genes para tratar el cáncer, incluyendo técnicas como CAR-T y la edición genética CRISPR.
Radioterapia de precisión: Usa radiación dirigida con alta precisión para destruir células tumorales, minimizando el daño a los tejidos sanos.
Los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos de última generación varían según el tipo de terapia.
Inmunoterapia: Fatiga, erupciones cutáneas, dolores musculares, y posibles efectos autoinmunes, donde el sistema inmune ataca órganos sanos.
Terapias Dirigidas: Náuseas, fatiga, cambios en la piel, diarrea y posibles problemas hepáticos.
Terapia Génica: Reacciones inflamatorias, fiebre y, en algunos casos, una respuesta inmune fuerte, como el síndrome de liberación de citoquinas.
Radioterapia de precisión: Fatiga, irritación de la piel, problemas digestivos (si se trata el área abdominal), y, en algunos casos, daño a tejidos cercanos.
Los efectos secundarios suelen manejarse con tratamientos de apoyo, como medicamentos para la náusea, cremas para las erupciones cutáneas, y cuidados para reducir la inflamación.
Además, los médicos monitorean de cerca a los pacientes para prevenir complicaciones graves, especialmente en el caso de reacciones inmunológicas o autoinmunes.
Los tratamientos oncológicos de última generación funcionan de manera más específica y precisa que los tradicionales, centrando su acción en las células tumorales y utilizando el propio sistema inmunológico del cuerpo, o bien modificando genes y moléculas clave que permiten el crecimiento y la resistencia del cáncer. Esto mejora la efectividad de los tratamientos y reduce los efectos secundarios, ofreciendo opciones más personalizadas para los pacientes.
En resumen, los tratamientos oncológicos actuales son más precisos, personalizados y menos invasivos, pero aún se enfrentan desafíos en cuanto a efectos secundarios y la mejora de la eficacia en ciertos tipos de cáncer.
1.Medicina personalizada: Tratamientos basados en las características genéticas del tumor.
2.Microbioma: El estudio de cómo el microbioma intestinal afecta la respuesta al tratamiento.
3.Nanotecnología: Uso de nanopartículas para dirigir fármacos de manera precisa a las células cancerosas.
